martes, 14 de abril de 2015

Opinión crevillentina: "Buenas noticias" por Laura Gomis Pérez

Bueno, por fin alguna buena noticia: acabamos de celebrar nuestra Semana Santa que ha sido sencillamente preciosa; estamos entrando de pleno en la primavera, lo que nos lleva a ser más optimistas y alegres; parece que quedaron atrás los resfriados …

Sobre este último aspecto es en el que quería reflexionar. Parece ser que este año las previsiones sobre la cepa de la gripe no han sido todo lo certeras a que nos tienen acostumbrados las instituciones sanitarias, y eso ha redundado en que se han producido muchos más casos de gripes y resfriados de lo habitual.

Tres episodios he pasado personalmente. Y la verdad que el último de ellos ha sido especialmente virulento, hasta el extremo de que, encontrándome francamente mal, llamé al Centro de Salud para solicitar que el médico me visitase en casa. Cuál no sería mi sorpresa cuando me señalaron que ese servicio no podían ofrecérmelo. Al insistir en que me encontraba verdaderamente mal, me señalaron que no podía el médico venir, pero que si hacía falta me mandarían una ambulancia para trasladarme. Pero que el médico no visitaba fuera de los casos previstos en el protocolo (niños pequeños, personas mayores impedidas …)

Así pues, realizando un verdadero esfuerzo, me levanté de la cama como pude y mi marido me trasladó al ambulatorio. En honor a la verdad tengo que decir que allí me trataron de maravilla. Al ver que me encontraba realmente mal, no tuve ni que esperar turno. Me atendieron inmediatamente y tanto el personal sanitario como el de servicios se volcaron en mí. Es justo insistir en reconocer y agradecer la valía profesional y humana que todos ellos. Gracias.

Pero no deja de sorprenderme esta situación. Me contaba mi padre que, cuando era pequeño, el médico Don Enrique siempre visitaba a los enfermos que lo necesitaban en casa. Habitualmente primero pasaba la consulta en el ambulatorio pero después, fuese la hora que fuese, visitaba al enfermo en casa, siempre, siempre. ¿Cómo es posible que cincuenta años después ese servicio ya no está disponible para todos los crevillentinos? ¿Es que marchamos decididamente hacia atrás? 

Y no será por falta de capacidad y vocación del personal sanitario. No, estoy segura que no, como así me lo han demostrado. Intuyo que se trata, por lo tanto, de una falta de medios, de recursos de personal. Y de directrices de organización por parte de los responsables políticos del servicio sanitario valenciano ¿se puede mandar una ambulancia pero no un médico? ¿Y el coste? ¿Y el servicio? ¿Y la salud del enfermo?.

Crevillent, los crevillentinos, se merecen algo más y así lo deberíamos exigir. Y al personal sanitario de la localidad, gracias por vuestra labor.  



Laura Gomis Pérez

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