martes, 5 de mayo de 2015

Opinión Crevillentina: Un "arma" cargada de futuro por Laura Gomis Pérez

Durante estos días están teniendo lugar unas jornadas de "puertas abiertas" en los diferentes centros educativos de nuestro pueblo a las que todos estamos invitados.

Me parece una iniciativa más que interesante y, por mi parte ya adelanto que iré. Iré a conocer de primera mano estos colegios así como a sus profesores y demás miembros de la institución. Es un tema que me interesa, tanto personalmente como madre de familia, como a un nivel más general, social y cultural.

La educación es un elemento importantísimo en la vida de las personas. Hasta hace prácticamente cuatro días, la cuna de nacimiento ya marcaba de una forma casi inamovible las posibilidades en la vida. Cuando uno nacía rico, crecía rico, con medios y recursos de todo tipo, y moría rico (si es que se puede morir rico) y solo por ese nacimiento ya tenía una posición en la vida. Por contra, el que nacía pobre…

Pero la universalización de la enseñanza en los países occidentales ha abierto todo un mundo de posibilidades para el progreso y el bienestar de las personas, de todas las personas, de la sociedad en su conjunto. Es muy posible que, en realidad, sea esa la gran revolución del siglo XX en nuestro entorno: la universalización de la educación, de la enseñanza. 

Hoy en día, en principio, cualquier joven puede llegar a ser lo que quiera, puede dedicarse a realizar profesionalmente la actividad que desee, por supuesto que en cada caso concreto puede que se encuentre con trabas, limitaciones, condicionantes de todo tipo. Pero, hasta por la noche, en fin de semana, festivos, verano y a distancia, se puede estudiar. Esfuerzo y sacrificio por parte de uno, pero, se puede, se puede y vale la pena.

En esta cuestión hay que ser serios y rigurosos (nos va el futuro en ello), es verdad que España cuenta con la generación más preparada de su historia, cierto, pero al mismo tiempo quizás no seamos tan magníficos y espectaculares. De forma reiterada los estudios internacionales señalan que la formación media de un universitario español es similar en nivel a los conocimientos medios de un estudiante de secundaria de los Países Nórdicos o de Corea del Sur. Por supuesto que hay alumnos españoles por encima de la media europea o mundial. Seguro que incluso algunas Facultades o algunos Departamentos, seguro. Pero en los estudios internacionales señalados se está analizando el nivel medio. 

Y esto, que ha estado ocurriendo durante los últimos años, que está ocurriendo ahora es una señal inequívoca de que en algo estaremos fallando y que algo habrá que cambiar.

¿Qué podemos hacer para reconducir esta realidad? Ciertamente no soy ninguna especialista en la materia, pero, desde mi ignorancia creo que deben implicarse, al menos tres pilares básicos: en primer lugar, aunque no necesariamente en este orden, los profesores y maestros. Necesitamos recuperar el sentido vocacional de la profesión. Unos enseñantes con vocación, volcados totalmente en la dedicación a su trabajo, en la búsqueda de la excelencia; en segundo lugar resultan imprescindibles unos padres rigurosos y exigentes con el quehacer y la formación de sus hijos, rigor y exigencia que tienen que focalizar en primera instancia hacia dentro, hacia ellos mismos y sus responsabilidades en la transmisión de valores; y en tercer lugar los propios alumnos, los estudiantes. Seriedad y cumplimiento de sus obligaciones. Me viene a la memoria la estrofa de La Internacional: “… no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber…”. Incluso teniendo razón en numerosas ocasiones, primero cumplir con el trabajo, trabajar por alcanzar los objetivos, superar los obstáculos.

El futuro está en nuestras manos. El futuro está en manos de nuestros jóvenes. Luchad por ser lo que queráis ser en la vida. Seguid aportando ideas y reflexionando sobre las cosas que no son lo correctas que deberían ser, pero no dejéis en segundo plano que el estudio es vuestro instrumento fundamental, porque supondrá la clave para que algún día pueda dárseos la oportunidad de hacer cosas importantes, tanto para vosotros mismos como para la sociedad en conjunto. Decía la Declaración de Independencia de los EEUU que el hombre tiene derecho “… a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad …”. Buscad la felicidad, sed felices. El sistema educativo de un país es un “arma cargada de futuro”, como decía el poema de Celaya para la poesía.

















Laura Gomis Pérez, Abogada y Socialista

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