El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael
Ripoll, ha inaugurado este viernes la exposición ‘Escultura sobre papel.
Bocetos de imaginería valenciana (1939-1965)’ en el Museo Mariano Benlliure de
Crevillent.
Ripoll ha estado acompañado por
el alcalde de Crevillent, César Augusto Asencio, y por la comisaria de la
exposición, Alicia Izquierdo.
‘Escultura sobre papel. Bocetos de imaginería valenciana
(1939-1965)’ reúne algunas de las advocaciones e iconografías más populares en
tierras valencianas, representadas de la mano de artistas tan destacados como
Tonico Ballester, José María Bayarri, Vicente Beltrán Grimal, Mariano
Benlliure, Esteve Edo, Francisco Gutiérrez Frechina, Francisco Marco
Díaz-Pintado, Rafael Pérez Contel, Vicente Rodilla, Federico Siurana, así como
de Carmelo y Octavio Vicent.
La exposición está organzada por el Consorcio de Museos
con la colaboración del Archivo Diocesano, la Fundación La Luz de
las Imágenes y el Museo Mariano Benlliure de Crevillent.
La exposición permite descubrir al público una parte de
la historia de la ciudad de Valencia, el soporte económico que supuso en la
posguerra la creación de una industria artesanal alrededor de estos talleres y
sus destinatarios.
Los 45 dibujos que componen la exposición proceden en su
mayoría del Archivo Diocesano de Valencia que conserva en su fondo de ‘Arte
Sacro’ más de 2.300 bocetos. Todos ellos forman parte de la documentación
relacionada con la Comisión
Diocesana de Arte Sacro que fue creada por el Arzobispado de
Valencia y estuvo en funcionamiento entre 1939 y 1965.
La muestra que acoge el Museo Mariano Benlliure de
Crevillent hasta el 13 de junio, ha estado expuesta también en el Monasterio de
Santa María de la Valldgina
y viajará próximamente a Valencia donde se podrá ver en el Centro del Carmen.
Como novedad en esta itinerancia, se pueden observar los
bocetos inéditos de Mariano Benlliure junto a sus correspondientes esculturas
realizadas en escayola que alberga el Museo.
Junta Diocesana
Las directrices marcadas desde la Comisión fueron claras,
como paso previo a la aprobación y realización de las obras, los artistas
debían presentar un boceto de la misma acompañado de su presupuesto y una breve
descripción técnica, ya que no sería aceptada ninguna escultura que no fuera
tallada en madera. De este modo se cerraba el camino a la introducción de
imágenes de fabricación seriada en materiales artificiales procedentes sobre
todo de Olot (Girona) que serían bien acogidas, sin embargo, en otras zonas del
país.
Dada la fuerte tradición artística en el ámbito
valenciano, gracias en buena parte a la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y la Escuela de Artes y Oficios,
los párrocos, cofradías y feligreses, pudieron contar con el trabajo de un
nutrido grupo de escultores e imagineros valencianos, que desde sus talleres
encontraron, además, cierto alivio económico en este tipo de encargos.
Ayuntamiento
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